...Somos ricos...

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jueves, 26 de marzo de 2015

Laos

Fue un viaje largo, desde Chiang Mai 10 horas en bus hasta Udon Tani, desde Udon Tani una hora más en minivan hasta la frontera con Laos, desde la frontera con Laos cuarenta minutos en micro hasta la capital, Vientiane.


Mapita para ubicarnos.


Lo primero que se siente es el calor, niñas, tanto calor como no se pueden imaginar. Acá ya está empezando el verano y la verdad es que se siente fuerte. Con máximas sobre los 30º todos los días.


 

Asada de calor, pero posando taquillera igual.

Vientiane no me gustó mucho, es una ciudad que está muy sucia, además la gente es muy diferente a Tailandia, son tiernos, pero no tan amables, de hecho casi nadie habla en inglés (ni siquiera en la oficina de turismo) y algunas personas, cuando no te entienden, simplemente te ignoran. Eso es un poco irritante al principio pero luego uno aprende algunas palabras y todo se hace más fácil.


Acá la gente se mueve por la ciudad en "tuk tuk".
Son unas motos con carrito para pasajeros atrás.

Hablan un idioma que se llama Lao, y el "hola" es igual al tailandes: Sabaidi. Gracias de dice “kop tai”, y carne se dice “sin”. Eso es lo único que aprendí en mis dos semanas en Laos. Es que en verdad es muy complicado.


Con este papelito, que me ayudó a hacer una señora, 
me fui a la farmacia a comprar pastillas de carbón 
cuando me enfermé de la guata.

La moneda es el “kip” (en Tailandia era el “bath”). Un bath son 250 kips, 8 mil kips son un dólar, y un dólar son 630 pesos chilenos. Les juro que he aprendido un montón de matemáticas cambiando las monedas y tratando de calcular bien.

Desde la capital, tomé un bus para un pueblito del norte que se llama Luag Prabang. El bus salía a las 4 de la tarde de Vientiane para llegar a las 4 de la mañana a destino. 12 horas para recorrer cerca de 300 kilómetros, esto es porque los buses tienen que andar muy lento por el mal estado de los caminos. Además los buses no tienen baño así que para cada una hora a que los pasajeros se bajen a hacer pipí. El trayecto era del terror, me desperté asustadísima como cuatro veces en la noche por movimientos super bruscos del bus. En serio tuve miedo.


El bus en el camino.


A las 4 am Luang Prabang me recibía y pude respirar el aire de la nueva mañana. El pueblo es realmente hermoso, con una arquitectura que mezcla lo francés con lo asiático, miles de templos y un pequeño cerro en el centro de la ciudad.



Hermosa arquitectura.


Me pasé días caminando por la ciudad, pero lo más entretenido fue ir a conocer las cascadas.


¡Bellísimo!

También me gusta que siempre los templos te den sorpresas.


Como este dragón con ojos de bolita.


Los atardeceres en el rio Mekong.


Lindos colores y botecitos.

Y que las cosas normales no sean normales.


Como este disco "Pare".


El cartel del hospital.


O la calcomanía del censo.


¡Se mueren el mercado!


¡Pescados gigantes!


¿Quizás larvas de abeja para el almuerzo?,
(a mi no me gustaron).


¿Y esto que será?

Y se acabo el tiempo y me fui de Laos, pero no para China como pensaba en un principio, sino de vuelta para Tailandia a mi pueblito favorito en las montañas, ya que necesito concentración y planificación para empezar, ¡por fin!, a moverme para China. Donde todo es lejos, el idioma es imposible y nadie habla inglés… ¡tengo que organizarme bien!.

Me despido y les escribo nuevamente muy pronto, en Laos la internet era terrible pero ya saben que en Pai tengo siempre wi-fi.

Las quiero mucho


Saludos a la familia. 

Links:

Más sorpresas del templo:

El sitio web del centro de rescate de ositos:


miércoles, 11 de marzo de 2015

Lo último de Tailandia.

¡Hola mis princesas! 

¡Estoy en Laos ahora!



El que aparece al fondo es el templo más importante de la capital.

Llegué a Vientiane, la capital de Laos, ayer en la mañana, luego de un largo viaje. 

Pero mejor partamos por el principio.

Como les contaba la vez pasada, me junté con Claudio en Bangkok, la capital de Tailandia, a la que fui no solo a encontrarme con él, sino que a celebrar el año nuevo chino.


Es un barrio enorme y estaba lleno de esas lamparitas rojas.

El año nuevo chino se celebra cada año en una fecha diferente, ya que el calendario que usan es lunar y no solar como el nuestro, y se da inicio a un nuevo ciclo determinado por un animal. Esta vez se celebró el 19 de febrero y comienza el año de la cabra.


Con mi amiga Zoja, que viene de Ukrania, posamos junto a la cabra.

Sobre el horóscopo chino, la leyenda cuenta que a la rata se le dio la tarea de invitar animales, para que se presentaran al banquete del Emperador de Jade, y así ser seleccionados como los signos del zodiaco. El gato era buen amigo de la rata, pero la rata le hizo creer que el banquete sería al día siguiente. Cuando el gato se dio cuenta del engaño de la rata se convirtieron en enemigos.



Yo soy mono.
¿Ustedes que animal son?
Depende del año que nacieron

La idea de celebrar el año nuevo en Bangkok, fue porque en esa ciudad hay una inmensa comunidad china, por lo que las calles estaban completamente decoradas, llenas de gente y de puestos de comida. Los templos también estaban repletos. Es costumbre ir al templo a prender velas e inciensos para tener un año bueno.

Yo pedí un buen año para toda la gente que quiero.

Fue muy entretenido celebrar un año nuevo de forma diferente, pero en Bangok hacía mucho calor entonces me fui para el norte otra vez. ¡Adivinen a donde!. ¡A Chiang Mai!. Yo se que se van a reír de que me vaya tanto a la misma ciudad, pero en verdad me encanta, en parte, porque sigo conociendo lugares nuevos a pesar de haber estado tanto tiempo ahí. 

Lo mejor de todo es que me fui en tren, uno muy bacán donde en la noche los asientos los transforman en cama para que uno pueda dormir más cómodo y ver el paisaje acostado.


El tren es mi medio de transporte favorito.

En Chiang Mai seguí maravillándome con los templos, estuve otra semana más ahí y recorrí un montón, fui a unos templos que quedan en las afueras de la ciudad, entre medio del bosque y la naturaleza. 

Muy bonito todo. 

Me encanta Tailandia.


El hombre con cuatro brazos y cabeza de elefante se llama Ganesha.
Es mi dios favorito.


Como acá es invierno a las imágenes de buda las abrigan.


En todos los templos hay imágenes de la vida de Buda.


La gente deja ofrendas en los templos y pone collares a las esculturas.


En esta parte del mundo hay muchos elefantes 
y ellos ayudaban a trasportar las grandes piedras para construir los templos.


Los niños dirigen el tránsito cerca de la escuela.


Con estas niñas nos fuimos riendo todo el camino en la micro de Chiang Mai.

Con un poco de pena tomé el bus y me vine para Laos. Fue difícil despedirme de los amigos que hice en Tailandia, pero llegó la hora de conocer un nuevo país y empezar a avanzar hacia China. 

Laos es muy bonito, y espero quedarme acá por las próximas dos semanas. Así que pronto les contaré más. 

Por mientras les dejo unas fotitos.


Más imágenes de Ganesha.


En todos los templos hay animalitos, perros, gatos, gallos y gallinas.

Antes de despedirme, les tengo que contar que vuelvo en diciembre a Frutillar. Mi hermana Fe se casa a fin de año, así que voy a estar octubre, noviembre y diciembre en Santiago ayudándola con todas las cosas del matrimonio. Lo bueno es que el 2016 ¡voy a estar el año completo en Frutillar!. No se imaginan lo mucho que las echo de menos, a toda la familia en realidad, y al lago y al volcán, así que, cuando quieran, mándenme fotos o mails, yo siempre me pongo contenta cuando me escriben.

¡Las quiero mucho!

¡Muchos besos!

Links:

El niño elefante, la historia de Ganesha: 
https://canariasagusto.com/2012/05/nino-elefante-historia-ganesha/

Dioses hindúes para colorear:
http://www.colorearjunior.com/dibujos-para-colorear-de-hinduismo.html