Mis preciosas, sigo estacionada en Pai, preocupada de mi proyecto personal: "Investigación profunda sobre China". Y, aunque chino aún no aprendo, he avanzado
mucho en la planificación de mi viaje.
Estoy muy entusiasmada, porque China está lleno de lugares bellos.
Cuesta elegir donde ir.
Estoy muy entusiasmada, porque China está lleno de lugares bellos.
Cuesta elegir donde ir.
¡Y hay ositos Panda!
Mientras, en Tailandia, sigo conociendo lugares bonitos e interesantes. Cómo les he contado, el pueblo donde vivo está al norte de
Tailandia, cerca de Myanmar, por lo que la cultura y la geografía es bastante
diferente al resto del país. Se ven muchos musulmanes y gente del mundo árabe, que conviven junto con las tribus de las montañas y a los inmigrantes chinos.
El "China Village" desde un mirador.
Es muy lindo estar rodeada de montañas, yo creo que a mi me gusta porque me recuerda Chile. Es un paisaje que se encuentra solo en el norte y en el oeste de Tailandia, gracias a la "Cordillera de Tenasserim", que llega hasta Malasia y sigue bajando hasta Singapur. El nombre de Tenasserim, en malayo, significa: tierra que resplandece.
¡A ver si encuentran el Doi Inthanon!
Es una cordillera más pequeña y baja que la de los Andes, y, en Tailandia, el punto más alto tiene 2.595 metros sobre el nivel del mar. Este monte se conocía tradicionalmente como Doi Luang Ang Ka, que significa Gran Montaña del Baño de Cuervos (por los cuervos que se bañaban en el lago que hay a los pies de la montaña), ahora se llama Doi Inthanon, en honor al séptimo rey de Chiang Mai.
Pero yo no fui a esa montaña, llegué solo hasta el "Pai Canyon", o, en castellano, el "Cañón Pai".
Los cañones son formaciones provocadas por la erosión, principalmente de los ríos, y se caracteriza por tener paredes casi verticales. A mi me dio un poco de vértigo, pero me aguanté porque es muy bonito. ¿Quieren ver?.
Uno iba por ese sendero,
a ratos daba miedo.
Fui con Gema, mi amiga irlandesa, que me llevó en moto.
Y de ahí fui de nuevo con mi amigo Masa, de Japón.
Con estas vistas, ¡iría todos los días!.
Siempre a mirar el amanecer.
Entre las idas a venidas del cañón, vi otras cosas interesantes, la primera, el "Memorial Bridge", un puente de hierro, construido por los japoneses en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Este era un punto estratégico entre Tailandia - Byrmania, y por aquí trasportaban soldados y armamentos.
A pesar de la guerra, y de las crecidas del rio, sigue en pie.
Había una novia en sesión de fotos.
Lo otro que me llamó la atención fueron los elefantes se veían desde el camino, pero era muy triste, ¿saben porqué?, porque acá se hace mucho turismo con elefantes, se ofrecen tours con paseos arriba de ellos, y en la mayoría de esos lugares, no los cuidan nada de bien, y los tienen la mayor parte del tiempo encadenados.
El pobre elefantito se rascaba todo el tiempo la patita encadenada.
Este era todo el espacio que tenían.
Por eso acá se les recomienda siempre a los turistas que se fijen bien en los tours que toman, para que no utilicen servicios donde no tratan bien a los animales. Lo bueno es que también hay muchos refugios de elefantes, donde los rescatan y cuidan.
Y el último paseo, me lo mandé repetido, fui otra vez a ver el atardecer al Buda Blanco. Cómo pueden ver, ¡me la he pasado disfrutando de hermosos paisajes!. Los colores de la mañana y de la tarde no son tan bonitos como los de Frutillar, pero me han conquistado el corazón.
Me gusta mucho este buda.
Y los cielos rosados.
¡Y ya me queda poquito en Tailandia!. Les seguiré contando de todos mis movimientos, escríbanme ustedes también para saber como están, ¡que bueno que pasó el conejito!.
Abrazos y besos, para ustedes y para toda la familia.
Links:
¿Quieren saber más sobre accidentes geográficos?:
La experiencia de un viajero en una reserva de elefantes (¡con muchas fotitos!):
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