...Somos ricos...

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viernes, 26 de junio de 2015

Paraíso

Hola hermosas!

Desde México las vuelvo a saludar...


Desde el Paraíso.


Mi viaje por México va así: primero, aterrizaje en Ciudad de México, una semana en la casa de mi amigo Randall y su novia Fer. Luego me fui al norte, a Querétaro, donde me quedé una semana con Ceci y su familia, y de ahí, me vine a la playita. 


Adios Querétaro!
fue un gustazo, como siempre!

El cuerpo ya me pidió mar. Me puse a mirar el mapa, y encontré este pueblo que se llama Paraíso y, sin saber nada más que el nombre me puse en camino.

Paraíso es un pueblito muy pequeño, quizas un poco más grande que Pellines, pero más chico que Frutillar. Esta rodeado de rios, humedales y playas.

Me ha encantado, porque cada día tomo una micro diferente, que me deja en un lugar distinto. 

Me la he pasado paseando.


Esta es la micro en que salgo a pasear.

Llegué y me fuí al tiro a la playa, chicas, se mueren el calor. Yo sé que allá ustedes se andan muriendo de frio, pero acá es verano y no baja de los 30 grados la temperatura. Como el clima es tropical es temporada de lluvias, así que al menos las noches está mas fresco.


Esta lleno de palmeras y árboles de mango.


Pero no todo es playas, naturaleza, y deliciosas empanadas de camarón, sino que también hay sitios arqueológicos, y los de mi civilización precolombina favorita: Los Maya.


Sitio arqueológico de Comalcalco.


Los maya son una cultura que vive entre México y Honduras, lograron grandes avances tecnológicos gracias a una profunda observación de la naturaleza. 

Encontramos sus antiguas ciudades entremedio de la selva, ciudades de piedra  que nos hablan de su historia, de sus rituales, de como entendían el mundo y como se organizaban. Comalcalco, que es la que visité ayer, era una ciudad puerto, de caracter comercial, ya que gracias al mar y los rios, navegaban intercambiando productos con las ciudades vecinas. También cuenta con una plaza, donde se realizaba el mercado y las fiestas públicas, un templo piramidal y la casa del gobernante, quien, junto a sus familiares y personas de confianza, eran los únicos habitantes del centro de la ciudad.



Esta es una Ceiba, su árbol sagrado.
(Como el Canelo para los mapuche).

Hay cientos de ciudades niñas, con muchas funciones diferentes, yo visitaré algunas y les escribiré sobre ellas a medida que las vaya recorriendo.

Los maya son una cultura, pero, al habitar en lugares tan distantes, desarrollaron idiomas diferentes y pequeñas comunidades. 


Las comunidades se organizaban según muestra la imagen.


También hubo grandes ciudades que se peleaban por cual era la más importante y poderosa. 

No fueron un imperio centralizado, como los incas o los chinos. Eran ciudades independientes entre sí, con gobernantes locales, que conservan rasgos comunes como: comidas, religión, organización social, costumbres y vestimenta.


Construyeron imponentes pirámides.

Muchas de las ciudades mayas, ya se encontraban deshabitadas para la llegada de los españoles a nuestro continente (1492), debido a que crecieron demasiado rápido, y los campos de alrededor dejaron de ser suficientes para alimentar a sus habitantes. Debido a la escasez, todo el sistema político, social y religioso entró en colapso, y las ciudades fueron abandonadas.

Me voy entonces ahora, para Palenque, una de las ciudades mayas más grandes e importantes, y de ahí, bajando, bajando hacia el sur, visitando más selva y sitios arqueológicos.

Les seguiré contanto mis aventuras.

Miles de abrazos.

Link:

Esta web la hizo un profesor mio de la universidad, tiene muy completa información sobre los indigenas del continente:



viernes, 19 de junio de 2015

Querétaro

"No sabe si coge la mochila o si la deja con mayor placer.
la emoción de la partida le prepara para la llegada.
Lo que hace no solo lleva al aparejado una recompensa en sí mismo,
sino que se ve mejor aún recompensado en su continuación;
con lo que, de ese modo, un placer conduce a otro en una cadena infinita".

Robert Louis Stevenson. Caminatas.



Iorana mis nenas!
Cómo estuvo la Isla de Pascua?
Hermosa, no?

Les cuento que yo estoy muy feliz en México. Paseando y paseando, como siempre, me vine de la capital, a una pequeñan ciudad colonial llamada Querétaro.



Un mapita para ubicarnos.

Me recibió una amiga que se llama Cecilia. A ella la conocí hace dos años atrás, cuando vine a México por primera vez, y nos hicimos muy amigas. En estos dos años nunca dejamos de escribirnos, así que era necesario pasar a saludarla.

Vivimos en un departamento a 15 minutos del centro de la ciudad, construída por los españoles durante la conquista, y un punto clave para el movimiento de independencia del siglo XIX, ya que, al ser una ciudad que está al centro del país, es punto muy estratégico.


Y muy bonito.


Cecilia tiene mi edad (34), esta casada hace nueve años y tiene dos hijos, Sarita y Raúl, ellos eran muy chiquitos cuando yo vine la primera vez, así que ni se acordaban de mi, a pesar de los cien mil paseos que hicimos esa vez.


La de vestido verde es Ceci, junto a su compañía de teatro representan, por las calles, 
la historia de la ciudad


Yo estoy muy entusiasmada, porque me he encontrado otra vez con plazas, iglesias y edificios que no me son extraños. En China estaba siempre en shock por lo raro que era todo, pero hora me siento tan en casa chicas, nunca me había cuestionado que el idioma fuera tan importante para sentirse cómodo. 



Así es el barrio donde vivo.

En Asia hablaba en ingles, o las cuatro frases que me sabia en los idiomas locales, entonces había dias en que no hablaba con nadie. Eso igual me gusta, pero cansa.

Acá en cambio, todo es normal, si bien las comidas tienen nombres raros, como el "guajolote" (sanduich frito) o los "tacos de lambada" (tortillas rellenas con huevo, longaniza y salchicha), y los mexicanos hablan con un acento como del Chavo del 8, todo se entiende, además como había venido antes, hay modismos que ya manejo (plata = varo, polera = playera).


Una ciudad latinoamericana muy normal.


Con caras de conquistadores españoles en las puertas.


Y cables pelados por ahí.


Pero ustedes ya saben que, sin importar lo lindo, a mi lo que me gusta es andar conociendo, así que mañana me voy de Querétaro a conocer otros pueblos, y, en dos semanas más, ya me junto con mi hermanito mayor.

Les seguiré contando como va todo.

Estoy a la espera de que me manden un mail contándome como les fue en su viaje.

Muchos besos y abrazos.

Y un videito especial:

(Uno de mis capítulos favoritos del Chavo del 8, para que vean en familia)

































sábado, 13 de junio de 2015

Ciudad de México

Iorana niñas!

(Supe que andaban en Isla de Pascua)


Que hermoso es viajar, no?

Yo les cuento que ando de lo más feliz, acá en México. Su capital, Ciudad de México, tiene más habitantes que todo Chile. Son como 15 ciudadez en una, y yo me la he pasado entre descansando y paseando.


Acá en vez de diosas tao, 
encontramos vírgenes calavera.

Lo he pasado TAN BIEN, mis amigos Randall y Fer me han tratado como una reina. Me han regaloneado un montón y me recomiendan lugares bonitos para salir. El otro día me invitaron a un cumpleaños y terminamos todos cantando rancheras en el karaoke y comiento taquitos.

Vivimos en el norte de la ciudad, y el primer lunes se me ocurrió ir al sur de la ciudad. Me demoré como una hora hasta el centro, y de ahí dos horas más hasta mi destino: el lago Xochimilco. Aquí se los presento:


Me encantaron sus botecitos de colores.
Podriamos poner botes de paseo así en el Llanquihue.

No sé cuanto saben ustedes de historia de México, así que les voy a explicar un poco. En lo que hoy es el país, antes de la llegada de los españoles, vivía una gran cantidad de culturas indígenas, al igual que en todo nuestro continente. Además de esta gran cantidad de pueblos, existen dos civilizaciones, los mayas, que eran una cultura dividida en muchas ciudades, y los aztecas, que eran un gobierno centralizado, que buscaba conquistar a los otros pueblos y ampliar sus dominios, y cuya capital estaba en Tenochtitlan (la actual Ciudad de México).

Luego estas culturas se enfrentan con la española, y terminan mezclandose, lo que da lugar a tres siglos de convivencia y guerras, hasta que México, en el siglo XX, se transforma en un país independiente, en donde habita toda esta mezcla de culturas.


Bajo los edificios modernos se descubren antiguas ciudades.

Encontramos la historia en cada rincón, porque se ve una catedral colonial, arriba de un templo indígena, al lado de un edificio super moderno, y podemos ver los contrastes e imaginarnos como vivía antes la gente, en el mismo lugar por el que caminamos hoy.


Contrastes y belleza de la ciudad.


Lo otro que me gusta mucho de Ciudad de México, es que, al ser tan grande y poblada, pasan muchísimas cosas. Está llena de museos y universidades, tiendas de libros y de música, personajes vendiendo cosas raras en el metro, comida en cada rincón, entonces es imposible aburrirse. Yo ya he ido como a tres museos, un lanzamiento de un libro, y entrado a cuanto palacio, iglesia o tiendita se cruza en mi camino.


Marchas.


Elecciones.


Paseos.

Así caminando seguimos descubriendo cosas bellas, mis niñas. 

Yo ahora voy a la ciudad de Queretaro a visitar más amigos, y después para el sur, porque viene mi hermano, y pasearemos por México juntos!. Ver a la familia me pone muy contenta. 😊

Ya les seguiré contando más aventuras, escríbanme ustedes también, que quiero saberlo todo sobre su viaje!

Besos y abrazos!

(Y videos...)

Visita guiada al teatro del Palacio de Bellas Artes:


Cantante emblema de rancheras mexicanas, la gran Chavela Vargas:

domingo, 7 de junio de 2015

¡Viva México y Shanghai!

¡Hola mis chicas!

¡El blog resucitó!


Luego de muchas horas en avión y de dormir en varios aeropuertos llegué, ¡por fin!, a mi continente amado. 

Desde mi México, lindo y querido, las saludo (¡ya estoy cada vez más cerca!).

                                  
                                                         Señal encontrada en el metro de Shanghai.

Les cuento, primero que todo, que Shanghai me súper encantó. Es una ciudad IMPRESIONANTE, gigante, como todo en China, pero además, súper moderna, súper limpia y súper bacán.


Súper Shanghai.


Hay como cien millones de cosas que hacer, y mis actividades, como siempre, se centraron en caminar, comer, ir a templos y museos, y sacar fotitos.

Una cosa que encontré muy interesante de China fueron los templos, aunque la religiosidad de ellos me es muy difícil de entender, voy a tratar de explicarles un poco.


Esta era una de las cientos de diosas.


Hay tres religiones principales, el budismo, el confusianismo y el taoísmo. Pero más que adorar a algún dios, ellos lo que creen es en el poder protector de sus ancestros: “nosotros creemos en la familia”, me decía un chinito cuando le pregunté sobre su fé.

Las tres religiones principales no se basan en ningún dios, mejor dicho, se basan en la creencia de múltiples dioses, pero están inspiradas en los profetas que dieron los mensajes de cada una. Me explico, en el budismo, se basan en las enseñanzas de Buda, en el confusianismo, se basan en las enseñanzas de Confucio, y en el taoísmo, se basan en un libro llamado Tao Te Kin, cuyo autor es Lao Tse.


Yin y Yang, femenino y masculino, blanco y negro, día y noche, 
conviviendo en perfecta armonía,
 ese es el camino del Tao.


Cada profeta (como Jesús) dejó sus enseñanzas como guía para que las personas actuaran. Pero aparte de eso, las familias honran a sus propios ancestros, y la cualidad de dios se mezcla con la de humano. Por ejemplo, hay muchos emperadores que luego de su muerte se transformaron en dioses, se les construyeron templos y se les veneraban.

Aquí antes de orar, las personas, en vez de persignarse, juntan las manos y agachan la cabeza tres veces. Sea cual sea la religión que profesan, las que, por lo demás, están bastante mezcladas. La gente nunca te va a decir que es de una religión, pero todos participan activamente en los rituales, van a los templos, oran y prenden inciensos.
                          
                                                     Turistas y fieles se mezclan en el templo.

Luego de la revolución china, Mao intentó imponer el comunismo (sistema político económico) como religión, pero el pueblo siguió manteniendo sus creencias ancestrales.

Luego de visitar los templos, fui también al Museo de Shanghai, que es realmente espectacular.

El Museo es gigante y gratis, y antes de entrar te hacen pasar por detectores de metales y te revisan completo, la seguridad es muy estricta.

Ahí pude ver un montón de arte y escuchar el sonido de las campanas antiguas.


Pero llegó la fecha de mi vuelo y tuve que dejar China.

Tomé un avión de Shanghai a Guanzhou, de Guanzhou a Los Ángeles y de Los Ángeles a Ciudad de México. Ni sé cuantas horas fueron porque entre los vuelos, las esperas y los cambios horarios perdí totalmente la noción del tiempo.

Acá en México me recibió me amigo Randall y su novia Fer, y nos fuimos al tiro a comer taquitos.


Además ayer fuimos a un cumpleaños y cantamos rancheras.

Lo que más me gusta es que todos hablamos el mismo idioma y no es difícil entendernos.

Pero igual me dio un poco de penita dejar China, por todas las cosas lindas que aprendí, los lugares maravillosos que descubrí y el desafío impresionante que fue para mi viajar sola por un lugar tan diferente.

Eso es todo por el momento mis amores


La próxima semana más aventuras mexicanas!